Iniciamos el 2018 con una aventura por el oeste canadiense, descubriendo una de mis ciudades favoritas de Canadá, los invito a redescubrir recordando mi viaje a British Columbia.
Cuando la modernidad se mezcla con el buen gusto, te puedes imaginar en un ambiente futurista, en un lugar diferente a otros, en un espacio singular, eso es lo que encontré en Vancouver.
Tenía muy buenas referencias y comentarios positivos, la valla era alta y sin embargo la ciudad que nos recibió, cubrió todas nuestras expectativas y las superó de lejos. Me encantaría vivir en esta ciudad.
La llegada a Vancouver
La llegada fue por la estación de tren después de viajar 4 días en el Transcanadien y al bajar sorprende la arquitectura, es antiguo pero muy bien conservado, una estación que da la impresión de estar llegando a una ciudad de construcciones influenciadas por los ingleses de los 40s.
Nada más lejos de la realidad. El buen servicio de taxis que por cierto son caros, nos transportó rápidamente hacia nuestro hotel que se encontraba a 20 minutos de distancia. Les recomiendo si es su primer viaje a Vancouver buscar un hotel en el Downtown, pues el desplazamiento será fluido y podrán conocer diferentes lugares sin tanto inconveniente.
El hotel estaba un poco al sur del Centro pero casi nada, el Hotel Vintage Park un lugar sobrio, con accesos de luz entre cortados y un estilo que justifica su nombre. Las habitaciones cómodas y con buena vista. Una ventaja adicional es su ubicación, pues te puedes desplazar caminando a varios puntos de interés, pero adicionalmente puedes disfrutar del sistema de transporte turístico que tiene una de sus paradas a media cuadra del Hotel.
El Hop-on Hop-off
El sistema hop-on-hop-off es una excelente opción para movilizarse por los puntos turísticos principales y de paso por todo el Downtown. El servicio es simple te traslada por toda la isla y para en 23 puntos importantes a visitar incluyendo Granville Island.
El precio por persona es de 47.00 $ dólares canadienses por persona durante 24 horas y puedes subir y bajar las veces que quieras. La rotación de buses es buena así que los tiempos de espera son cortos, de todos modos cuando compras los boletos tienes el plano de los puntos a visitar y los horarios en los que pasará el siguiente bus por esos puntos.
El ticket lo puedes comprar por Internet como en la mayoría de hoteles de la ciudad. HOP-ON HOP0FF
Las visitas
De los lugares que conocí, me quedo con todos. El estadio, la biblioteca, el barrio chino, los restaurantes, el puerto, el parque Stanley, la Plaza Vancouver, Gastown, Granville Island, el Puente suspendido de Capilano, el Tour para ver ballenas, la visita al criadero de salmones, Grouse Mountain.
Cada uno merece su propio post, pero en concreto, una ciudad como Vancouver y sus alrededores es indispensable visitar.
Es cierto, es una ciudad de precios elevados, pero hay que buscar el punto medio, si quieres hacerlo por tu cuenta, es más económico, puedes caminar regular y conseguir llegar a los puntos de interés, pero un poco más lejos aconsejo apoyo.
El atardecer en el parque Stanley fue sin duda uno de los momentos más memorables, con tiempo sin ver el mar, estar frente al pacífico contemplando la puesta del sol fue suficiente, todo estaba completo.
El último día más por cansancio que por necesidad tomamos un taxi para ir al aeropuerto, es una distancia considerable así que tomen sus precauciones si lo hacen en bus.
Mis anotaciones
Si llegas por avión y deseas desplazarte por tu cuenta, te recomiendo la línea 98-B que es la que te llevará hasta el centro de la cuidad, desde ahí puedes caminar hacia tu hotel si está cerca de la estación o tomar un taxi que será mucho más barato que desde el aeropuerto.
Prueba las variedades culinarias en Ganville Island, su mercado presenta variedad de productos marinos de muy buena calidad y frescos.
Si tienes tiempo y recursos te recomiendo los siguientes lugares: El Puente Capilano, La Isla Grandville, El Monte Seymour, El criadero de salmón de Capilano.
Adicionalmente te recomiendo una experiencia que es la vista de ballenas. En lo personal tenía mis dudas pero realmente fue un tour extraordinario. Lo interesante es que hay zonas naturales de reservas de ballenas que viven de forma permanente ahí lo que te da más posibilidades de verlas. Para esta experiencia utilicé los servicios de la empresa Lioness Tours , buen servicio aunque estaba tercerizado. Ellos también cuentan con visitas guiadas en español.
Disfruta tu viaje.
Si quieres ver más fotos de Vancouver visita mi album: VANCOUVER