En ruta por la autopista del este de Canadá, ya sea bordeando el Atlántico o ingresando directamente por la Rivera del Lobo, está la provincia marítima de New Brunswick.
Es la única provincia canadiense que tiene el inglés y francés como idiomas oficiales.
Mi viaje en auto por estas tierras me permitió descubrir un estilo diferente de vivir en el campo, como si fuera una gran ciudad.
La provincia de New Brunswick
Cubierta casi en su totalidad por bosques, New Brunswick es una provincia que tiene mucho para ofrecer. Nuestro viaje fue de reconocimiento y decidimos parar en algunos puntos que llamaron nuestra atención.
Este viaje comenzó en Campbellton, llegamos de noche y no pudimos apreciar nada que nos llamara la atención. Es un pueblo pequeño, no cuenta con más de 8000 habitantes y considero que se disfruta más de día, al parecer la gente se acuesta temprano por acá.
Uno de los puntos más pintorescos de esta ciudad el es monumento al Salmón del Atlántico y el hotel faro. La comida es buena y la gente muy amable y dispuesta a enseñarte su ciudad.
Descendimos hacia el sur por las costas atlánticas y aprovechamos un par de paradas obligatorias par disfrutar de los paisajes y el mar cálido de la zona.
Que visitar
Justo antes de llegar a nuestro siguiente destino Moncton, en las afueras hicimos una parada curiosa, habíamos oído hablar de este pueblo pero teníamos que comprobar la verdad. Magnetic Hill.
En este pequeño pueblo hay un lugar que tiene aparentemente una montaña magnetizada y si colocas el auto en neutro en la base de la colina, éste comenzará a subir sin ninguna razón aparente.
Pues fuimos, realizamos las comprobaciones y descubrimos que era cierto que el auto se movía solo, que mientras mirábamos al horizonte podías ver como el auto subía por le camino de la montaña y luego… los invito a descubrir este lugar si tienen tiempo, es entretenido y no está lejos de la ruta.
Mocnton, es la capital de la provincia y aunque tiene más movimiento que las otras ciudades no ha perdido su lado pueblerino. Lugar muy acogedor, curiosidades y vistas de la campiña que relajan. El Hotel Château Moncton es muy acogedor y las caminatas al borde del río muy reconfortantes.
Nuestro siguiente destino ya camino hacia el oeste, fue Fredericton, probablemente uno de los pueblos más tranquilos durante el día pero con más acción y diversión en la noche que otros. Buena comida, hoteles cómodos y a buen precio, paisaje variado aunque nada que retuviera mi atención por mucho tiempo.
Por último y no menos importante un pueblo al extremo Noroeste de la provincia, Edmundston, colorido, pintoresco y con un paisaje que cambia poco a poco. El borde del río Madawaska es especialmente fotogénico y las iglesias antiguas le tan un toque adicional de ciudad antigua perdida en el tiempo.
Mis Anotaciones
La provincia de New Brunswick es genial, aunque no se si retornaría a todos los puntos visitados. Moncton es probablemente el que más me gustó.
Quedó pendiente una visita a las Rocas de Hopewell al Centro Sur de la provincia (The Hopewell Rocks), una atracción natural y definitivamente un retorno obligado a las playas.
La próxima vez aprovecharé de cruzar el gran puente del Océano Atlántico que une esta provincia con la de Principe Edward.
Hospedaje de buena calidad y relación precio, no muchos peros los suficientes. No hay tanta rotación de público como para que no encuentres hospedaje.
Puedes hacer el viaje de Montreal a Moncton en avión pero perderás la belleza de la ruta y las aventuras que éstas nos deparan.
Disfruta tu viaje.
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