Construido entre 1900 y 1902, el elevador de Santa Justa es una obra enteramente de metal que inicialmente funcionaba a vapor, hasta 1907 cuanto se le instalaron motores eléctricos.
Según cuentan las historias, el diseñador, Raoul Mesnier de Ponsard fue discípulo de Eiffel, pero no existen pruebas que puedan demostrar esta información.
El Elevador de Santa Justa
Con sus 45 metros de altura, une los barrios de de la Baixa Pombalina y el Chiado. Está ubicado en la Calle Santa Justa y permite acceder rápidamente del centro histórico hacia la zona de Do Carmo y su museo.
Si bien la construcción es en hierro, no deja de deslumbrar su estilo neogótico con diseños diferentes en cada uno de sus niveles. Con dos ascensores al interior puede subir en simultáneo hasta 24 personas.
La subida se hace hasta el penúltimo nivel y para acceder al último que es la terraza, se debe subir por una escalera helicoidal.
Como llegar, horarios y precios
La estación de metro más cercana es la de Baixa / Chiado y se accede a ella gracias a las líneas azul y verde.
En caso hubieras bajado en la estación Rossio pues estas descubriendo la plaza y comienzas a descender por la Rua Augusta como quien va camino a la Plaza de Comercio, también podras llegar sin problema.
El ascensor de Santa Justa funciona de lunes a domingo de 7h30 a 21h (de noviembre a abril) y hasta las 23h (de mayo a octubre). El mirador que se encuentra en el último nivel se encuentra abierto al público a partir de las 9h.
Para utilizar el elevador, el costo es de 5,15 € de ida y vuelta e incluye el acceso al mirador. Si cuentas con un billete de metro 24 horas denominado 7colinas es gratis y si cuentas con la tarjeta lisboa card también.
Si solo tienes interés de disfrutar de la vista del mirador, puedes ascender por escaleras laterales a unos 500 metros de distancia y luego ingresar directamente. El costo solo por el mirador es de 1,50 €.
Descubriendo el Elevador de Santa Justa
Muy temprano en Lisboa pero ya se siente vida en la ciudad, las calles comienzan temprano a llenarse de turistas en el centro histórico.
Caminamos con entusiasmo y descubrimos a lo lejos la vista inconfundible del elevador. Ya hay cola para subir y aunque no es mucha, responde a nuestra pregunta sobre el interés que despierta esta obra en plena ciudad.
Subimos por primera vez en un ascensor de ciudad y la experiencia es agradable. Luego subimos por las escaleras en forma de caracol para llegar a la terraza.
Desde ahí la vista es impresionante, el convento Do Carmo, la Plaza Rossio, el arco de la Plaza de Comercio y hasta el Castillo San Jorge se dejan apreciar con belleza natural.
La experiencia de Noche
Nos gustó tanto la vista que decidimos visitar el elevador de noche para saber si la experiencia era distinta o si se apreciaría la ciudad de una forma diferente. No nos equivocamos.
Mis anotaciones
Es impresionante y se descubre como un bello lunar en el rostro del centro histórico de Lisboa, vale la pena visitarlo y disfrutar sus vistas.
Resulta agradable descubrir los detalles de esta construcción emblemática y particular. Recomiendo que hagan la experiencia si tienen tiempo de día y de noche.
Si tienen hambre hay una buena cafetería en lo alto del elevador que merece descubrirse. No olvides dejarte llevar por el viento un momento para disfrutar con calma del paisaje.
¿Que opinas?