El Castillo de San Jorge es una de las construcciones más llamativas de la ciudad de Lisboa y cuenta con ocho siglos de historia a cuestas.
Esta historia comienza en la Plaza Rossio en el centro histórico de la ciudad, desde donde caminaremos durante unos 20 minutos cuesta arriba para llegar al pórtico de entrada del Castillo de San Jorge.
El camino al castillo
La ruta no es pesada ni complicada y la ciudad tiene varias señales para orientarnos por la dirección correcta. Hay que reconocer que los caminos son un poco pintorescos y vibran por su estilo popular.
Mientras caminamos vamos descubriendo la ciudad en su forma simple, en sus calles angostas y de ropas tendidas. Descubrimos los murales y el arte callejero que nos envuelve con sus colores y formas.
A medio camino hacemos una pausa, hemos encontrado uno de los miradores de la ciudad, la vista es buena, los colores ocres combinan con azul del cielo y del mar.
La pausa ayuda al corazón contento a seguir su camino. Hemos llegado casi a la puerta mientras nos recibe un tono extraño de sonidos acústicos urbanos, es una artista del pueblo que toca libre para deleite nuestro.
Por fin llegamos a la puerta y aunque ya el trayecto es pintoresco, tenemos curiosidad de descubrir el Castillo.
La puerta antigua nos recibe, debemos pasar por boletería para comprar los tickets de entrada y aprovechar el momento para hacer otra pausa, el sol va tomando vigor y nos amenaza con sus rayos, advirtiendo que no dará tregua.
El Castillo de San Jorge
El arco nos conduce hacia una explanada, zona amplia con una vista de la ciudad espectacular, solo llegar a este punto tiene su recompensa.
Hemos descubierto un espacio con personalidad, un mirador antes de caminar por los pasillos del antiguo Castillo de San Jorge.
Pese a sus múltiples batallas se mantiene en pie, una construcción que en lo personal no me causó mayor admiración. Siento que los alrededores se vuelven más interesantes.
Por dentro son muros enormes que tratan de contar con su decaída vestimenta su historia de lucha y resistencia, las diversas formas, habla lenguas diferentes, el muro no miente pero se mantiene en silencio.
Hacemos una pausa y retomamos los planos, queremos entender mejor la estructura, hablamos de más de 6,000 metros cuadrados.
Seguimos caminando entre torreones, escalones empinados y espacios enormes que nos dejan pensando en lo difícil que debe haber sido atacar el castillo, pero también lo duro que debe haber sido vivir ahí.
No logramos averiguar si por estrategia de protección o simplemente la combinación de estilos de tantas épocas, termina siendo enredado desplazarse, pero seguimos descubriendo el lugar.
Ya cansados de dar vueltas descubrimos casi al final del recorrido un espacio para descansar las ideas, para apaciguar las dudas y disfrutar de la vista y la naturaleza.
Sobre nuestras cabezas, escondidos entres las ramas de enormes árboles dos pavos reales nos sorprenden con su canto y nos dejan con la duda¿cómo diablos llegaron ahí?
Para información adicional del Castillo, ubicación, precios de entradas, horarios les dejo un enlace práctico de: Guía Nómada de Lisboa que puede servir de orientación, como datos generales es útil.
Mis anotaciones
Yo diría que no es una visita indispensable para todos los viajeros en su ruta por Lisboa, sin embargo quienes aman la historia y gustan de las edificaciones antiguas puede ser entretenido.
Las vistas, justifican la visita a los alrededores pero no necesariamente pasear todo el castillo. Hay algunos puntos de interés pero sobre todo buenos ángulos para las fotos.
Los detalles de los jardines son impresionantes, creo que quienes los preservan tienen muy buen gusto para combinar las plantas y los colores.
Si deciden retornar por el barrio antiguo a las espaldas, les aconsejo lo hagan en las horas de luz y por donde hay público o turistas caminando, es un poco enredada la bajada camino a la costa.
Muchos lugares típicos para comprar recuerdos, no se preocupen encontrarán en cualquier momento una alternativa para llevar como parte de su viaje.
Si cuentan con la Lisboa Card, el ingreso tiene un descuento que puede ser útil, ya les cuento pronto sobre esta maravillosa tarjeta.
Disfruta tu viaje.
Muchas ganas de conocerlo! Estuve hace años en Lisboa y no pudimos ir a verlo, espero poder hacerlo pronto.
Estupendas fotos!
Un abrazo
Carmen
Gracias Carmen, realmente es un lugar interesante, aunque creo que la vista desde lejos es más impresionante que por dentro, lo que más vale la pena son los alrededores y las excelentes vistas desde ese punto. Yo quedé encantado con Lisboa, pero más todavía con Sintra, ya vienen los post. Gracias por tu opinión, nos vemos en el camino