Amsterdam

Amsterdam, mi primera incursión por 4 horas

Es difícil imaginar que se puede disfruta de una ciudad como Amsterdam en solo 4 horas, sin embargo, mi experiencia fue positiva.

El amanecer nos sorprende aterrizando en Amsterdam. Es la primera vez que hacemos escala en esta ciudad y a pesar que hay tanto escrito, siempre merece unas líneas más.

Debo confesar que tenía mis dudas por si valdría la pena visitar la ciudad en tan solo 4 horas que teníamos disponibles, pues de por sí el aeropuerto de Amsterdam Schiphol tiene tanto para ofrecer (tours, museos, spas, salones VIPs) que también era tentador permanecer ahí.

Amsterdam recepción en el aeropuerto

Nuestro viaje desde Montreal duró 6h50 y decidimos utilizar KLM como alternativa por ser línea bandera para aprovechar sus precios. Lamentablemente, quedamos un poco decepcionado del servicio y la comodidad, pero eso es otra historia.

Aeropuerto Schiphol Amsterdam

En esta ocación como nuestro destino final era Rusia, solo estaríamos durante 4 horas en la ciudad antes de tomar nuestro siguiente vuelo así que había que decidir qué hacer.

Todo dependería del tiempo de demora en el ingreso y evaluar las distancias del aeropuerto al centro de la ciudad.

La atención en migraciones europeas fue atenta, rápida y sin mayores demoras. Teníamos temor por ser la primera vez que viajábamos con el pasaporte electrónico peruano y no teníamos ninguno de nuestros viajes pasados registrados.

La entrevista fue personal, cada uno en una ventanilla y en menos de dos minutos estábamos del otro lado de las casetas de control.

Mi primera impresión del aeropuerto es que es «inmenso». La cantidad de espacios, las personas fluyendo de un lado a otro y nuestras ganas de saber que podríamos escaparnos unas horas a hacer un primer reconocimiento de la ciudad mantenían nuestras emociones a flor de piel.

Zona de embarque Schiphol

El viaje en tren

A pesar de las distancias internas, la señalización en el aeropuerto es muy buena y en corto tiempo encontramos la zona de embarque para tomar el tren. El precio del bolet por ida y vuelta es de 9 euros y los trenes pasan cada 15 minutos.

En general las estaciones de salida son la 1 o 2. Tengan mucha atención a los letreros que indican estación Central que su destino.

Les dejo el enlace de Nomandic Chica, que es un blog con todos los detalles del desplazamiento y que responderá a la mayoría de sus inquietudes.

Guarden bien su boleto para regresar a tiempo pues la zona de venta de boletos en la estación central siempre está congestionada.

Por cierto Schiphol como todo aeropuerto que se respeta, cuenta con espacios para dejar equipaje por horas así que no necesitarán cargar con cosas.

Tren de Amsterdam

Amsterdam, la ciudad

Si debo decir una palabra para definir mi primera impresión es congestión ciclística. La cantidad de bicicletas estacionadas, movilizándose y pintando el paisaje de la ciudad es único.

Es la primera vez que apreciaba un conglomerado tan impresionante de bicis de todo modelo, forma y color configurando el estilo de vida del centro de la ciudad.

bicicletas Amsterdam

La segunda impresión fue sin duda la sensación que los edificios se están cayendo hacia adelante. Cierto desnivel, en algunos casos más visible que en otros nos muestra cuadras de edificios chuecos.

Si no supiera que es real, pensaría que es un parque temático y que las construcciones fueron hechas exprésamente de esa manera. Es ciertamente pintoresco y podría ser hasta original pero es preocupante.

Calles-de-Amsterdam

Lo tercero sin duda es la particular libertad del consumo de la marihuana. Al margen de la opción de positivo o negativo que pueda ser para una sociedad, es llamativo y original la variedad de locales y sus propuestas.

Los locales a tempranas horas andan cerrados así que no pudimos ingresar a ninguno, sin embargo sus escaparates te daban una idéa de las opciones culinarias y las formas de consumirlo.

canabis Amsterdam

Finalmente como toda ciudad que cuenta con un río que lo atraviesa, los bonos del lugar aumentan por diversas razones pero la principal es que, a mi gusto, te permite hacer el lugar más fotogénico y vistoso.

Esta no fue la excepción, el río Amstel le da a la ciudad de Amsterdam una impulso a su excéntrico centro. A pesar de la carga visual del ritmo de vida de la noche anterior, las aguas por los canales distraen la vista.

Curiosamente en este caminar descuidadamente ingresando por pasillos y pasajes, nos topamos con la zona rosa, los vitrales de la prostitución y algún transeunte extraño que nos miraba con curiosidad por la cámara y las tomas que hacíamos.

Nos retiramos pausadamente y evitando la confrontación. Al principio pensamos que podía tratarse de evitar que filmáramos o tomáramos fotos de la zona, pero luego sentimos que más bien estaban interesados en nuestros equipos.

Rio-amster

El retorno al aeropuerto

Cuando menos lo pensamos habíamos caminado por alrededor de 2h30, el tiempo había quedado corto pero teníamos una primera impresión de la ciudad.

Una visita final a una tienda de recuerdos para comprar los respectivos símbolos de presencia y mis obligados «pins» de viajes y partíamos de retorno al aeropuerto.

Por la experiencia, lean bien los letreros para evitar confusiones y llegar a tiempo al aeropuerto. No es complicado y siempre hay gente dispuesta a orientarte.

Amsterdam-transporte

Mis comentarios finales

La ciudad es simpática y pintoresca, no tan sorprendente como otras de Europa pero agradable como para descubrir algo diferente.

En mi opinión hay cierta decadencia arquitectónica que a muchos puede gustar y sorprender y a otros por el contrario decepcionar, dependerá mucho de lo que andas buscando.

Si tu gusto es por las actividades nocturnas, el ritmo acelerado y mucho movimiento de todo tipo, este es el lugar ideal para ti.

Si lo tuyo es lo arquitectónico y el viaje turístico de descubrimiento, diría que es más una ciudad de paso, no aporta nada nuevo que pueda justificar mucho tiempo en esta ciudad.

El transporte público es muy bueno, ordenado y respeta los tiempos, inclusive los precios para desplazarse del aeropuerto a la ciudad son bastante justos.

Cuidado con las bicicletas, están por todos lados y hay más posibilidades que te atropelle una bici que un auto.

Por lo demás es una ciudad con tonos sobrios, el color ladrillo al estilo urbe industrial predomina, aunque sus recuerdos pueden llegar a tener mucho color.

Si sientes que tienes poco tiempo o prefieres quedarte en el Aeropuerto puedes aprovechar muchas de las actividades a realizar en Schiphol. Les dejo un enlace de ElMundoOk sobre este tema que puede darles una idea sobre lo que pueden hacer.

Disfruta tu viaje.

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