Masada es un conjunto arqueológico que comprende varias edificaciones palacios y fortalezas en forma piramidal.
Con más de 4000 años de antigüedad, hay mucho por descubrir durante toda su historia, hasta el momento final cuando fue conquistada por los romanos.
La fortaleza está ubicada en el límite oriental del desierto de Judea y tiene una vista impresionante del Mar Muerto, justo en lo alto de una montaña en forma de meseta.
En el 2001 fue integrada a la lista de patrimonios de la Humanidad de la Unesco y la fortaleza y su entorno son hoy denominados el Parque Nacional de Israel.
Un poquito de historia
Si observan con atención, podrán ver algunos huecos en la montaña, estos eran las cuevas en que vivían los primeros habitantes de la zona cerca de 4000 a.C.
Según escrito románico-judeos, narran los inicios de una fortaleza construida por un sumo sacerdote conocido como el Rey Alejandro entre el 100 y 70 a.C.
La época más significativa es probablemente durante el control de Herodes el Grande quien desarrolló el esplendor que llegó a alcanzar la fortaleza.
Sí, este es el Herodes que realizó la expansión del segundo templo de Jerusalén, quien construyó el puerto de Cesarea, las fortalezas de Masada y Herodión.
Es cierto, también es quien ordenó la Matanza de los inocentes contada en la biblia por Mateo sobre el nacimiento de Jesús.
Cómo llegar, cuánto cuesta y horarios
La mejor forma de visitar la fortaleza es mediante un tour, sobre todo por la facilidad de acceder y la información que te pueden brindar en tu idioma.
Tomamos el tour con CIVITATIS como siempre, la ventaja es que utilizan operadores locales y son generalmente buenos servicios, validados por los usuarios.
El costo del tour incluidas las entradas y el almuerzo, ojo este tour incluye luego de la visita a Masada la visita al mar muerto, US$ 119 dólares americanos. Dejo el Link del gobierno Turismo Israel.
Si van por su cuenta en transporte público, la entrada les costará NIS 77 nuevos shékels (unos 22 dólares americanos).
En cuanto al horario de visita es de 8h – 17h, pero les aconsejo evitar el medio día por que el sol los matará.
El trayecto con sorpresas
En base a lo que aprendimos, la mayoría de tours salen normalmente de Jerusalén, sin embargo nosotros tomamos el servicio desde Tel Aviv.
El proceso es el siguiente, te recogen de tu hotel, si está en la lista o te desplazas a uno que esté en la lista, luego te trasladan a un punto de concentración de donde saldrán todos los tours a los diversos destinos del día.
Después de unos 10 a 15 minutos de espera mientras van distribuyendo a los pasajeros, partimos rumbo a Jerusalén.
Una hora después llegamos, el viaje es tranquilo, los paisajes particulares de la zona, el guía dando alguna información útil, sin aspectos negativos.
Otros 15 minutos y un cambio técnico de autobús nos puso en marcha de nuestra aventura. Lo que no sabíamos es que haríamos una parada técnica que todos necesitábamos sin saberlo.
Bueno en realidad no todos. Como en otros lugares, hacen una parada de una hora en una fábrica de cremas y productos cosméticos que por las referencias son de muy buena calidad y muy efectivas.
Si bien no está indicado en la propuesta del tour, esta parada la hacen también porque muchos de los que salen de tour olvidan aspectos importantes de las condiciones locales y éste es el mejor momento para comprar gorro para el sol, bloqueador o zapatos de agua para el mar muerto por si olvidaste.
La experiencia de Masada
Mediante un funicular, accedemos a uno de los restos históricos con más historia antagónicas para contar.
Desde los excesos principados y desmedidos de sus gobernantes hasta inspiradoras acciones de resistencia mártir ante una inminente derrota final.
Solo les diré que cuenten con guía para que puedan comprender la magnitud del lugar que están visitando y le saquen provecho al máximo.
Sin tener que decir sobre las impresionantes vistas que te dejan con la boca abierta.
Mis comentarios finales
No olviden su pasaporte es necesario en todo momento por los controles y por su propia seguridad.
Recuerden llevar su bloqueador, lentes de sol y gorra para el inclemente sol que no perdonará sus olvidos.
Si deciden comer en el restaurante buffet del complejo arqueológico de Masada, les aconsejo que lleven moneda local, no siempre funciona la máquina de tarjetas de crédito.
Si van a la fábrica, aunque por lo general no estoy muy de acuerdo con estas visitas adicionales, compren los productos que son de los mejores que hay y a muy buen precio.
¿Que opinas?