Si tienes miedo a viajar y es la razón por la cuál aún no has tomado tus cosas y salido de paseo ni siquiera a conocer los lugares turísticos de tu propia cuidad, debes leer lo que sigue.
El miedo a viajar es normal, sobretodo cuando recién inicias tus aventuras, yo tengo miedo aún, cuando se trata de lugares que no hablan mi lengua materna o cuando por alguna razón tengo referencias negativas de otros viajeros.
Vamos por partes, primero atacaré los síntomas. Muchos de los pretextos que utilizamos regularmente para evitar reconocer el miedo, se reflejan en expresiones como: no tengo tiempo, es muy caro ir ahí, me pueden robar, debe estar lleno, a ese precio debe ser cualquier cosa el lugar, yo no tengo parientes o amigos en esa ciudad, no se el idioma, entre otros.
Si esta fuera la causa real y pudiéramos solucionar todos estos posibles inconvenientes, tendríamos la habilidad de crear nuevos. Por lo tanto, lo importante no es tratar de atacar los síntomas sino las causas.
El miedo se expresa regularmente como una sensación de angustia que responde a un peligro real o imaginario. Por lo tanto, la única forma de atacarlo es aprendiendo a controlarlo.
La pregunta es ¿cómo?
Pues con paciencia y planificación. Este temor natural nos va a acompañar durante los viajes hasta que aprendamos a controlarlo. Lo que yo hago es planificar mi viaje con anticipación, ya sean salidas simples o viajes complejos con cambios de vuelos y conexiones por tierra. En la medida que mayor cantidad de detalles considero en la planificación, menor es el grado de incertidumbre que tengo para la siguiente aventura.
Toma en cuenta detalles como tu presupuesto para definir dónde ir, siempre hay un lugar que puedas visitar con tu presupuesto, debes leer sobre la cuidad a la que viajas para que comprendas de la cultura, costumbres y riesgos, no todos los países son tan seguros y es importante identificar las zonas que generan menos riesgo, los horarios y los criterios para cuidar de nosotros y nuestras pertenencias.
Es fundamental tener un cronograma de actividades que tenga alternativas o actividades de respaldo por si se presentan inconvenientes, por ejemplo una lluvia torrencial, que el lugar esté cerrado a pesar que debería estar abierto o que transporte puede remplazar el que seleccioné inicialmente si éste no funciona.
Cada uno de éstos detalles hará que tu ansiedad disminuya conforme vas disfrutando de tu viaje y vas encontrando que lo planificado se cumple y la estás pasando genial.
Toma precauciones para viajes muy largos como un seguro de viaje, busca opiniones sobre los hoteles y restaurantes en webs de viajes como Trip Advisor por ejemplo, sobre todo lee las críticas para que sepas lo que a otros le ha sucedido.
En mi experiencia, no todo lo malo que les pasa a otras personas te pasará a ti, y muchas veces las opiniones negativas no son reflejo de un mal servicio o mala atención, en algunos casos cuando lees detenidamente, descubres que se trata de errores de planificación de los propios viajeros.
Por lo tanto las opiniones de los demás deben ser una referencia pero no deben decidir por ti. Con el tiempo y la experiencia que ganes, irás teniendo más confianza, sabrás buscar mejor la información y podrás descubrir lugares más interesantes.
No olvides que lamentablemente, el inglés es un idioma universal por excelencia para viajar y es necesario que al menos avances en mejorar tus capacidades con éste idioma si es que aún no lo hablas, facilitará mucho tu comunicación, pero no es un limitante.
No luches contra el miedo, contrólalo poco a poco y aprende a conquistar tu miedo y canalizarlo para sorprenderte con los paisajes, la arquitectura, las costumbres, la comida.