Cuando visitas la Ciudad del Vaticano, hay dos lugares que no puedes dejar pasar, la basílica de San Pedro y los famosos Museos Vaticanos.
Nuestra historia inicia en una mañana calurosa tomando el tren desde Termini para llegar al país más pequeño del mundo en unos 15 minutos de recorrido.
La llegada a los Museos Vaticanos
Las lecturas anticipadas dieron sus frutos, la recomendación de comprar anticipadamente pagando un recargo de 2 euros, vale tiempo y valioso.
Las colas bordean todo el contorno de la muralla y se pierden en la curva interminable. En temporada alta puedes esperar hasta tres horas.
Nosotros ingresamos muy rápido por la entrada de los que ya compraron por Internet, pasamos a ventanilla para canjear nuestros boletos y ya estábamos listos para empezar.
No se dejen engañar por los que te quieren vender el paquete evita las colas con un guía, no es obligatorio e igual tienes preferencia.
Para comprar los tickets para el museo vaticano ve a la página oficial y sigue los pasos: VENTA ENTRADAS
Iniciando la aventura
Hay tanto para ver, que uno termina siguiendo el camino común para no entorpecer el ritmo casi en procesión de los grupos de visitantes.
Sabemos que nuestro objetivo final es la Capilla Sixtina, pero nuestro camino nos hará pasar por galerías, apartamentos papales, salas especiales, aposentos de Rafael, estancia de Borgia hasta al fin llegar a nuestro punto mayor.
Lo mejor es darle una miranda antes de empezar al mapa de los museos vaticanos.
Deben saber que está prohibido tomar fotos en la Capilla Sixtina y aunque no termino de entender la razón, es muy difícil resistirse.
La galería de las carrozas
En uno de los sótanos exteriores se encuentra una entrada donde se encuentran las carrozas y autos que han utilizado los papas durante la historia.
El recorrido es tranquilo y no hay mucha gente interesada en el tema o que conoce como llegar así que era camino libre.
La salida triunfal
Cuando piensas que te equivocaste en una parte del camino porque no viste la famosa escalera de Bramante, te sorprendes al saber que está al final de tu camino.
Hemos subido bajado y vuelto a subir para finalmente dirigirnos a la salida que es bajando por esta tan fotografiada escalera que tiene un efecto peculiar.
Realmente es impresionante y vale la pena tomarse un tiempo para poder disfrutarla como se debe y tomarse las rigurosas fotos de recuerdo.
Mis anotaciones
La experiencia es única, pero es muy recomendable que compres tus entradas por Internet y con anticipación, agradecerás evitar esas colas.
Los diversos espacios son impresionantes y los exteriores también, considera tomarte una mañana completa al menos unas 4 horas para recorrerlo y disfrutarlo.
Es mejor hacer la visita a los Museos Vaticanos primero y luego ir a San Pedro que es gratuita la entrada pues las colas avanzan más rápido en San Pedro.
Revisa las actividades oficiales para no caer en un día que pueda estar cerrado.