Por una reunión de negocios terminé en este hotel le Bonne Entente, nunca había escuchado hablar de él, al menos no en Montreal. El día pasó tan rápido que no pude disfrutar de las instalaciones, así que busqué un fin de semana para dos y nos fuimos a descubrirlo como se merece.
Ubicado en el distrito de negocios de la ciudad de Quebec en Canadá, el HOTEL BE cuenta con una reputación para un público particular. Categorizado 5 estrellas y 4 diamantes, es un hotel que no olvidarán.
No le hago publicidad porque me paguen sino porque me gustó la experiencia, el lugar, el servicio, los espacios, la comida.
La llegada al Bonne Entente
La entrada es amplia, familiar, como quien llega a la casa de campo de un magnate, se han cuidado detalles para hacer el acceso acogedor. Buscamos donde estacionarnos y encontramos lugar, hay para cuadrarse sin problemas y sin embargo este espacio no compite con la naturaleza y la armonía de la construcción.
En la puerta de entrada cuatro Ferraris estacionados uno tras otro nos dan la bienvenida. La recepción es diferente como de espacio de asesoría personal, más íntima que lo habitual, me agrada, me da confianza. La persona de recepción, sabe lo que estamos buscando y nos explica con detalle todo lo que podemos disfrutar y todos los beneficios que hemos adquirido al haber elegido el hotel, estamos abrumados con tanta información pero contentos.
Le Bonne Entente
Podría decir que es como un castillo modernizado, las habitaciones son impresionantes y enormes, pero sobre todo cómodas, sabes que en este lugar vas a dormir bien, sin nada de que preocuparte. Siento que han cuidado hasta los detalles más insignificantes para hacer de tu estadía un tiempo bien.
Los espacios comunes también tienen mucho para contar, la piscina y el sauna exterior son una experiencia imperdible, las dos noches terminamos en el sauna hasta tarde conversando y disfrutando.
Los comedores, tres en total son cada uno diferente y el pasillo balcón para comer al exterior es aún mejor. La comida de primera calidad y platos gourmets pero generosamente servidos.
La zona de descanso con hamacas en círculos, muy originales y confortables. Hay un gimnasio pero no lo utilizamos en esta oportunidad, estábamos en modo relax total.
El hotel cuenta con un servicio de autos particulares que están programados para ir y retornar a la ciudad de Quebec, así que no requieres estar conduciendo, solo informar e indicar el horario de ida y de retorno, pasear con tranquilidad por la ciudad y que te recojan para volver al hotel.
Si tienes hijos, tranquilos, hay una guardería especial para tenerlos escondidos distraídos y entretenidos.
Los servicios SPA, bueno se los pueden imaginar, no requieren detalle. Ha sido uno de los mejores fines de semana que he pasado relajado, esto más que viaje cuenta como vacaciones.
Mis anotaciones
En lo personal, creo que la mejor época para disfrutarlo es entre abril y octubre, me parece que el paisaje de invierno reduce el encanto del lugar.
Si te inscribes en su sistema de envío de promociones, puedes obtener buenas ofertas y variadas propuestas para diferente ocasiones.
Nosotros nos alojamos en una suite familiar pero hay 12 tipos distinto de habitación, les invito a descubrir las que más les guste: Habitaciones.
Aprovecha el tiempo al máximo y si tienes libertad para retornar más tarde pide una extensión de salida tardía, puedes aprovechar unas horas más del lugar.
Si se trata de darte un gusto y de paso conocer la ciudad de Quebec a pie, con calma y sin apremios mientras te engríes, esta es una excelente opción.
“No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo,no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”