La invitación a la Cena en Blanco
Dos meses pasaron desde que recibimos la invitación de uno de los cofrades de blanco. Una consulta sencilla y simple,¿te gustaría participar de la cena en Blanco de Montreal?
La reacción a la consulta era inminente, sabía que cada año desde que vivo acá se realizaba y solo puedes participar por invitación. Sin pensarlo mucho dije si.
Eso fue todo, recibiría en corto plazo la invitación formal con un código de acceso para inscribirnos y seguir las consigas que seguirían.
La inscripción
Aparentemente es simple, hay una página web oficial en la que ingresas y te puedes inscribir para poder participar DINER EN BLANC, pero esto suena muy sencillo. El problema es que ingresas a una lista de espera de más de 4000 personas.
Pero, que sucede si alguien de los antiguos participantes, denominados miembros o líderes decide invitarte, pasarás directamente a un grupo selecto de invitados donde tendrás la opción de incorporarte a los miembros y asistir si aceptas.
Las condiciones para participar
La consiga es una sola, debes ir completamente de blanco y lo más elegante que gustes. Puedes tener algunos accesorios pero el blanco es la norma.
El proceso de preparación
Aunque parezca sencillo, no siempre resulta serlo. Buscar un pantalón blanco, no puede ser jeans, una correa, unos zapatos y bueno decimos que ya estamos listos, pero no.
Unos días luego de la inscripción comienzan a llegar los correos de coordinación, las primeras recomendaciones y las consignas a seguir para que toda la logística sea perfecta.
Si bien es una invitación a cenar, tú tienes que aportar tus implementos, si todos. Tienes que conseguir la mesa, las sillas, el mantel, la decoración y la vajilla.
Tu llevarás tus copas y vino y tu comida si es que no decides contratar uno de los servicios de los famosos chefs que ofrecen sus alternativas culinarias.
Cuando menos lo piensas el día ha llegado.
El secreto del éxito
La cena en blanco tiene una particularidad especial, nadie sabe el lugar donde se va a desarrollar.
Como es realizada en la vía pública, en lugares históricos o representativos de la ciudad, solo los organizadores han realizado las coordinaciones por adelantado y comunicado a los líderes.
Días antes de la fecha pactada, recibimos un correo con indicaciones precisas. Un lugar de encuentro donde habrá unos buses que nos llevarán al lugar designado.
Desde ese punto partimos y retornamos a media noche para recoger nuestros autos y volver a casa.
La Cena en Blanco
Son las 16h30 y es tiempo de partir, hemos guardado todo lo necesario en el auto y partimos al punto de encuentro, la emoción del secreto nos envuelve, no sabemos donde será.
Llegamos a un estacionamiento donde nos reconocemos en seguida con otros comensales le la cena, es evidente pues al igual que nosotros, están completamente de blanco.
Tomamos las primeras fotos y esperamos el momento en que llegue el bus.
El trayecto
En el bus la gente que se conoce se saluda, dan la bienvenida a los nuevos y el líder comienza a dar algunas explicaciones necesarias.
La emoción aumenta, las personas están entusiasmadas por saber donde será. Los animadores del bus, hacen encuestas y preguntan si tenemos una idea.
El bus se para por ratos, la gente se impacienta, el líder de grupo nos tranquiliza con soluciones posibles si el bus no avanza más.
Por fin cuando comenzamos a sospechar el líder de grupo nos informa el destino, esta cena será frente a la municipalidad de la ciudad. Vamos a tomar 10 cuadras alrededor y armaremos nuestra cena.
La instalación
El ritmo a partir de este momento y hasta que iniciamos es veloz, pasa tan rápido que casi no nos damos cuenta. Llegamos a nuestro emplazamiento y donde no había nada, se comienzan a instalar en menos de 5 minutos todas las mesas.
Las decoraciones salen por todos lados y lo que parecía complicado se vuelve una fiesta de compartir entre los que ayudamos, nos ayudan y vamos dejando todo listo para la cena.
La Cena en Blanco
Ya todo está listo, ahora solo queda disfrutar de la velada, las personas que transitan quedan un poco asombradas del despliegue, en menos de 20 minutos, unas calles que estaban como cualquiera, se ha convertido en un lugar de cena de más de 4500 personas.
La algarabía se siente y las vivas con servilletas en mano se deja sentir, el público está contento y listo para disfrutar de la gran noche.
La noche llega mientras la fiesta se va armando y los colores y luces comienzan a despertar la curiosidad, encontramos de todo y para todos los gusto.
Finalmente, no pudimos parar de divertirnos, esto fue increíble y estoy seguro de que repetiremos el próximo año en la cena en blanco Montreal 2018.
Gracias especiales a nuestros amigos que nos invitaron a participar.
Mis anotaciones
No hay mucho que decir solo que si tienen la oportunidad ya sea por invitación o por liberación de un espacio en la lista de espera, no dejen de participar.