Como parte de la presentación oficial del país para dar la bienvenida a los visitantes de la Expo Universal de 1889, la estructura de 3oo metros de altura es hoy en día una de las obras arquitectónicas más visitada del mundo. La Torre Eiffel.
Para visitarla hay muchas maneras, solo depende de lo que estés buscando como experiencia. Ya sea que subas por las escaleras, o el ascensor, o ingreses a los restaurantes, siempre tendrás la oportunidad de asombrarte y disfrutar de las espectaculares vistas.
Como llegar a la torre Eiffel
Si decides utilizar el Metro de París, tomando la línea M6 (verde agua) o M9 (mostaza) podrás bajarte en la estación Trocadero y de ahí caminar hacia el sureste cruzando los jardines Trocadero y el puente d’Lena. La línea M8 (morada clara) de puede dejar al otro extremo y bajando en la estación Ecole Militaire caminar hacia el noroeste cruzando Campos de Marzo (Champ de Mars).
En caso escojas el REER, la línea C te permitirá acercarte a dos estaciones, Champ de Mars (campo de Marte) y Tour Eiffel (Torre Eiffel).
Si tomas autobus, las líneas 42, 69, y 72 son las que más cerca te pueden dejar.
Horarios y precios
El horario de la Torre Eiffel es de 9h30 hasta las 23h todos los días aunque entre el 15 de junio al 1 de setiembre abren de 9h hasta la media noche. Un detalle importante es saber que si deseas subir por las escaleras, el ingreso es sólo hasta las 18h30.
Para comprar las entradas les recomiendo que lo hagan por Internet con anticipación y así puedan evitar las colas en la boletería que pueden tardar según la temporada horas. La página oficial es TORRE EIFFEL.
Los precios son muy variados dependiendo de lo que quieras ver y hasta donde quieras subir. Si deseas subir al segundo nivel desde la base lo puedes hacer por las escaleras 7.00€ o por el ascensor 11.00€. Para subir hasta la cima se debe utilizar el ascensor y la entrada es de 17.00€.
Si tienes entre 12 y 24 años la subida por las escaleras costará 5.00€ y por ascensor 8.50€. Para llegar a la cima 14.50€.
Otra opción puede ser reservar en uno de los restaurantes de la Torre y que incluyen la entrada hasta el segundo nivel en el precio. Los servicios son variados y hay propuestas gourmets desde 20€ hasta 60€ por plato.
La Torre, nuestra experiencia
Llegamos emocionados, la tarde anterior habíamos paseado en el atardecer por los bordes del Sena y en la noche habíamos tenido una cena en uno de los cruceros que te paséa bajo los puentes y atraviesa París central partiendo y retornando a la base de la Torre.
Sentíamos que nos llamaba y queríamos descubrir que era eso tan atractivo. Las luces, la forma, su estructura. Habíamos comprado los billetes por Internet y estaban en el celular con código de barra. Llegamos temprano y no había mucha gente, al menos no en la cola para ingresar directo, pues la de compra de entradas ya tenía varias curvas de espera.
El primer control es de seguridad, la tensión se siente más latente, y lo dejan nada por revisar, siento que Europa está muy desgastada por la tensión en la que viven por sus monumentos, sobre todo quienes viven del turismo.
Luego pasamos a una plataforma de espera para poder subir a los ascensores que nos llevarían al segundo nivel. Ahí como que la emoción aumenta, la gente se mira y se entusiasma esperando poder ver más. Una vez iniciado el ascenso, comenzamos a disfrutar de la vista.
Cuando llegamos al segundo nivel las puertas se abrieron y una persona nos esperaba para indicarnos el camino hacia los espacios comunes para poder visitar el segundo nivel. Ya de este lugar la vista debo reconocer que es espectacular aun que no la mejor de la ciudad.
Emociones en la Torre
Tengo como sentimientos encontrados entre la alegría de disfrutar de un lugar tan emblemático hasta sentirme en una feria de ofertas y productos pre fabricados con la intención únicamente de hacer dinero sin mayor simbolismo que decir que estuviste ahí.
Buscaba como buen coleccionista de pines uno que representara y fuera original de la torre y me encontré sumergido en tiendas llenas de souvenirs de todo tipo, algunos más terribles que otros, supongo que es la tendencia vanguardista de la moda parisina, pero en fin hay para todos los gustos.
Luego caminar por los alrededores, contemplar la vista, disfrutar del lugar y los detalles. Mucho par ver y recordar. Como viajé en Octubre, el viento era un poco frío a esa altura y tomar fotos se hacía un poco más complicado. Sin embargo es una gran vista desde todos los flancos.
Ingresamos hacia la zona interior del segundo nivel nuevamente para probar un macarrón francés y fue terrible. Ojo no quiero decir que los macarrones franceses sean feos, todo lo contrario me gustan mucho, sin embargo los que venden en la torre, no los recomiendo.
Luego de evaluar si subíamos o no a la cima decidimos que sería mejor descubrir otros lugares y comenzamos nuestro descenso por las escaleras, que gran aventura. Les recomiendo que si suben en ascensor bajen por las escaleras así descubren vistas diferentes y no se cansan tanto como subiendo por ellas.
Mis Anotaciones
Personalmente quedé un poco decepcionado, probablemente porque tanta promoción y entusiasmo por visitarla había elevado mis expectativas por encima de lo aceptable, sin embargo no me arrepiento de haberla visitado.¿Volvería?, si, pero me quedaría en los alrededores en los parques, disfrutándola como parte del paisaje y no al interior.
Por la demanda excesiva y al no estar incluida en el Musseum Pass o el Paris Pass, es recomendable comprar con anticipación su entrada vía intenet, lo que les facilitará el ingreso y les reducirá el tiempo de espera para ingresar. Las boleterías en temporada alta pueden obligarte a realizar colas de más de dos horas.
“No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo,no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”