En el sur del Mar Egeo se encuentra la isla griega de Creta, un pequeño espacio que cuenta con más de 5000 años de historia para contar. Hasta este punto llegué para descubrir la verdad de una de las historias mitológicas que acompañaron mi niñez y que necesitaba descubrir, la historia del laberinto del minotauro.
Para quienes disfrutaban de las historias del Narrador de Cuentos, sabrán reconocer la historia de Teseo y el Minotauro.
Como llegar
Ubicado en la ciudad de Heraklión, la capital de Creta a solo 5 kilómetros del puerto, se encuentran los restos de las bases de mundo de los minoicos.
Esta experiencia la realicé en un crucero que recorría las islas griegas más populares. Llegando al puerto, desembarcamos y fuimos en busca del surtidor de billetes de autobús. La mejor opción y más práctica para descubrir el enigmático espacio era hacerlo por cuenta propia. Les aconsejo no tomar los tours, es muy sencillo llegar por su cuenta.
Los buses pasan cada 10 a 15 minutos y el trayecto no dura más de 20 hasta la entrada del Palacio de Knossos, lugar donde habitaron los Minoicos. La entrada la puedes adquirir en la puerta del palacio y tienes la opción de visitarlo por tu cuenta, contratar un sistema de audio guía o pedir los servicios de un guía de la zona.
Palacio de Knossos
Para la antigüedad que tienen las ruinas, es impresionante el nivel tecnológico que debe haber poseído esta civilización, con tres niveles urbanos y un submundo de recovecos zigzagueantes que dieron vida y fortalecieron seriamente la historia mítica de Egeo, Teseo y el Minotauro.
Los frescos y los restos de palacios más antiguos, así como las tablillas jeroglíficas encontradas nos muestran parte de su historia, y digo parte, porque solo después de muchos años de investigación un joven estudiante pudo determinar el significado de los jeroglíficos de la tablilla lineal B, pues de la A aún no se logra descifrar sus secretos.
Mis anotaciones
Si me preguntan si logré descubrir la verdad, pues les diré sí, la historia que tantas veces escuché era…tienen que visitarlo.
En la salida hay una estación de bus que te permite retornar al puerto o hacia el centro de la ciudad. Los boletos se compran en el kiosco.
Vale la pena la experiencia, es recomendable para quienes gustan de la historia y quieren descubrir la verdad de algunos mitos que nos acompañarán siempre.
Disfruten su viaje.