En el Valle del Loire en Francia, a una hora de la ciudad de París, se encuentra una de las mayores concentraciones de edificaciones del mundo. Los Castillos de Loire.
Creados o reconstruidos principalmente en el renacimiento francés, muchos de ellos tienen sus orígenes en la Edad Media.
El en 2008 se creó la Asociación Castillos del Loire y Valle de los Reyes para agrupar a cerca de 71 construcciones que no solo incluye castillos sino también, abadías, basílicas y museos, los cuales están ofertados dentro del abanico turístico local.
Los Castillos de Loire
Existen muchas páginas de referencia que pueden orientarte sobre las diversas características de los mismos y que facilitan evaluar cuáles pueden tener mayor interés para visitar según sus gustos, pues como se podrán imaginar, se requeriría bastante tiempo para poder visitarlos todos.
Una página que puede ayudarte a tener una idea de algunos de los más visitados es la siguiente, Loira Castillos que se encuentra en español.
Si bien no hay una cifra oficial de cuántos castillos hay en la zona, se considera que 40 forman parte de la denominación Castillos de Loire.
Como llegar a Loire
Si tu intención es visitarlo por tu cuenta, te aconsejaría tomar un auto alquilado o si cuentas con uno, preparar tu ruta partiendo desde Saint-Brison-sur-Loire y bordeando el río Loire hasta la ciudad de Nantes.
Mi experiencia fue la visita mediante una agencia en una excursión de 1 día que comprendía la visita de tres Castillos.
En mi opinión si cuentas con tiempo debes hacerlo por tu cuenta y por lo menos tomarte unos tres días. Sin embargo la experiencia fue bastante buena.
Mi viaje lo realicé con PARISCityVISION y obtuve un buen precio y un buen servicio. Los buses parten del centro de la ciudad de París muy temprano y la experiencia tiene una duración de 12 horas.
Castillo Chambord
La visita se inicia en este castillo Chambord, construcción de inicios del siglo XIV fue la residencia de verano del rey Francisco I y se considera el más grande de la región.
Según los historiadores se cree que Leonardo Da Vinci participó de los planos originales, considerando su cercanía con el rey y el hecho que viviera los últimos tres años de su vida entre éste lugar y el castillo de Amboise.
La primera impresión es la de una construcción compleja, imponente y medio esotérica. Destacan las 8 enormes torres que confunden al visitante sobre cuál es la fachada principal.
El concepto de grande se entiende cuando pensamos en las 440 habitaciones, 365 chimeneas, 84 escaleras y 4 vestíbulos rectangulares que nos conducen obligatoriamente hacia la nave central.
En el centro la famosa escalera de hélice doble por la cuál las personas pueden subir y bajar al mismo tiempo sin encontrarse en el camino.
Un desfile de caprichosas formas se aglomeran en la parte posterior deleitándonos con una vista de los jardines que vale la pena apreciar con detenimiento.
Las fotos vale la pena tomarlas al amanecer o atardecer para que el sol no mate nuestros contrastes con sombras y luces pues hay tantos puntos que descubrir que se resaltan en estas horas.
Chenonceau
Sobre los cimientos de una antigua residencia feudal del siglo XI se construyó y reconstruyó lo que hoy es el castillo de Chenonceau. La edificación actual, data de 1513 y es conocida como: El Castillo de las damas.
La primera inquilina Katherine Briçonnet quien se encargó de las primeras obras pues su marido se encontraba ocupado en actividades bélicas.
A la muerte del esposo y por deudas con la corona el Castillo fue recuperado por Enrique II y regalado a su amante Diana de Poitiers, con su gestión se construyó el jardín a la margen derecha que lleva su nombre hasta hoy.
A la muerte de Enrique II, Catalina de Médici, esposa del rey, pasó a ser la reina regente de Francia y quien destituyera a Diana de la propiedad del Castillo para recuperarlo.
En 1576 Catalina edificó sobre el puente que Diana había construido la galería que es la que le da la forma actual con la que cuenta el Castillo.
No les cuento más pues deben ir descubriendo otros secretos del lugar en su visita. El castillo aunque pequeño es impresionante y con mucha historia por contar.
Cheverny
Con influencia renacentista es uno de los castillos más famosos de Loire. Propiedad de los descendientes de la familia Hurault, son de los pocos Castillos que han mantenido sus propietarios y servido a cinco reyes de Francia.
Cheverny cuenta con un acceso restringido y controlado a la residencia pues en la actualidad existen habitaciones que son utilizadas por los dueños.
Cabe destacar que su belleza está resaltada por un impresionante comedor que es utilizado actualmente para fastuosas fiestas, las escaleras de honor de estilo renacentista y la sala de armas.
Los jardines son una experiencia adicional que cuentan con un invernadero y un bosque en el que vale la pena perderse.
La tarde llega a su fin, iniciamos el retorno a París con la imagen y las historias que hemos aprendido a descubrir en esta visita de un día a los Castillos de Loire.
Mis anotaciones
Volvería a los Castillos de Loire, sin duda y seguiría conociendo otros castillos e historias. Me imagino que una segunda visita la realizaría por mi cuenta, en auto alquilado.
Insisto no es una mala alternativa, solo tres castillos a un ritmo tranquilo a diferencia de otras experiencias, sin embargo mucho por descubrir queda pendiente.
Los guías no son malos pero a veces aburren, si pueden leer un poco antes de las visitas, la información será más útil y podrán preguntar más dudas.
El solo viaje por las rutas hacia Loire es una experiencia increíble, les aconsejo fines del verano o mediados de la primavera para disfrutar de los paisajes.