Perdido en la inmensidad de cada nuevo lugar que descubro, me someto inocente a la sorpresa, el sobresalto y la satisfacción. Ando sin rumbo fijo pero con norte a la vista para no perder detalles y disfrutar cada momento del camino.
He caminado tantas veces con miedo, que con el tiempo aprendí a controlar mis inseguridades, a sonreír de mis insatisfacciones y corregir, mejorar y aportar algo nuevo a cada viaje.
Hoy sigo equivocándome pero mucho menos, aun me pierdo, pero retorno al camino más rápido y sobre todo, hago más pausas para contemplar el lugar que estoy visitando.
Si algo de lo que comparto puede servirte para disfrutar mejor tu viaje o tu aventura, estás en el lugar adecuado.
Si aun estas interesado, pues bienvenido...
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